La Guerra

"Hace 1 hora y media la alarma del Renault 19 de en frente suena sin parar. 1 hora, 33 minutos, 47 segundos y 12 décimas para ser más precisos. Bajo decidido y salgo a la
calle, mi cabeza gira como la de una paloma en busca de un agente de la ley. Frente a la ausencia de la figura policial en las inmediaciones, decido manifestar mi
descontento hacia la electrónica del carruaje; en forma de furia simiesca. Asesto patadas muy certeras hacia el carruaje, cual "Bonus Stage" del Street Fighter. Una vez
terminado este espectáculo.....dantesco podrían decir unos, heroico podrán decir otros.....y pese a no haber cesado el sonido estridente de la alarma, decido volver hacia
mi hogar caminando con el torso triunfante como un león, peinando el viento mi melena, orgulloso y convencido de haber invocado a la justicia. Duró 4 segundos simplemente
la gloria. 4 segundos después, la alarma del Ford Ka contiguo al Renault 19, accionóse sin razón aparente, sumándose a esta orquesta urbana, demoliendo mi moral,
desatando así una vez mas la derrota mas profunda de mi espíritu.........ahora eran 2"


Esta historia mínima, corta, e insignificante y aparentemente común.......pero lamentablemente verídica; es solo una muestra de una infinidad de historias, de mi Guerra Contra las Máquinas.

Es de público conocimiento mi enemistad contra La Máquina. La Máquina y yo somos como 2 pueblos guerreros que se rompen el cráneo con garrotes incansablemente desde tiempos inmemoriales. Laptops, deskstops, teléfonos celulares, equipos de sonido de cualquier tipo, televisores, heladeras, despertadores, alarmas, microondas, maquinas de café......gigantesca, cuasi interminable es la lista de las Maquinas que he logrado destruir (ya a esta altura de la batalla, lo proclamo hasta con un ligero orgullo, ¿con que fin esconderlo?)

Muchas veces he sido tildado muy injustamente de "loco", pero llevo la convicción de que La Máquina, ante mis tamaños embates contra cualquiera de sus expresiones (como si yo, ó inocente e insignificante humano haya sido nombrado como el Goliath electromagnético), en su conjunto ha desarrollado una conciencia de grupo, en sí y para sí, con el fin de hacerme la vida imposible y contraatacar, poniéndome palos en la rueda constantemente (por no referirme a ninguna otra parte de mi anatomía), desatando de esta manera la Guerra. He despertado el Espiritu de las Maquinas. Despertado la desconfianza, el recelo y el rencor de todas Ellas. Quiero creer que no estoy solo en la lucha, que hay gente como yo…

Ya he pasado el punto de no retorno. Aun sabiendo que esta cruzada conlleva efectos negativos, socialmente limitantes para mi persona, como si fuera peor que un leproso, mi orgullo grita “Ni un paso atrás!!!!!”.

Yo se que en este excelso blog se esperan hilarantes destellos de escritura, pero solo he podido escribir desde el amargo odio.

Muerte al enemigo!!!!!!

1 comentario:

  1. jajajajaja

    la imagen del torso triunfante y la melena de leon al viento es completisima.

    Lo cual me lleva a conjeturar que en alguna vida pasada (quizas la primera de todas), en el Paleolitico, algun original invento la rueda y tu directamente la measte, comenzando asi una riña de miles de años hasta nuestros dias.

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Comentá..........o hay tabla...........